domingo, 14 de marzo de 2010

Reflexiones de un verano lluvioso.

Una sonrisa es el mejor arma para destruir los problemas

Muchas veces en nuestras vidas pensamos que hariamos en tal o cual situación. Gran parte de las veces nos convencimos que actuariamos de la manera más lógica y racional aún cuando sabemos que somos personas completamente irracionales. Más allá de esto, siempre esperamos que la vida no nos golpee fuerte ya que siempre creemos no merecer absolutamente nada de lo que nos pasa, es por esto que buscamos explicaciones seres superiores e inmortales que nos ponen a prueba o simplemente nos lamentamos de lo que susede.
Hay veces en que la madre tierra es la que te golpea duro, destruyendo todo lo que creias tuyo, arrasando con las cosas que con tanto esfuerzo habias adquirido, el único poder destructivo que supera el de la madre naturaleza es el de la estúpidez humana. Es en esos momentos cuando te preguntas ¿Cuanto soy capáz de soportar? ¿Hasta que punto se puede aplacar el dolor para poder pensar con claridad y no cometer más errores de los que ya se cometieron? Los "terremotos emocionales" son aún más destructivos que los de la naturaleza, las decepciones que nos llevamos, ya sea a diario o alguna vez en la vida terminan por destruir todo lo que tenemos. Y es cruel, y duele...
Pero es cuando debes demostrar que tan fuerte eres, y más que demostrarlo es cuando debes poner a prueba tu inteligencia emocional y sacar fuerzas de donde jamás pensaste que lo harías.
Siempre me he considerado una mujer fuerte, quizás en ocaciones un poco cobarde, pero la mayoría de las veces fuerte, creo que he pasado por cosas lo suficientemente considerables para poder tener derecho a opinar del temita. Esta última semana me he demostrado una vez más que soy una mujer fuerte, soy capaz de aplacar dolor y desilusiones para poder decir "estoy ahí"... A veces el amor y el cariño sobrepasa cualquier desilusión por grande que esta sea.
Mi gran defecto es entregarme por completo a las personas que quiero, pero si no me entrego no puedo querer, aunque al entregarme siempre corro el riesgo de sufrir y ese riesgo lo he pagado demasiado caro más de una vez.
Por mucho tiempo mi vida amorosa fue una seguidilla de errores, desilusiones y sufrimiento, pero este es el momento de la reconciliación conmigo misma, mi corazón ha pasado muchas cosas importantes y fuertes, quizás antiguos dolores aún estan allí, pero es tiempo que con el mismo amor se sane y pueda latir con más fuerza de la que ya ha logrado tener. Es en este momento cuando estoy empezando a visualizar el arcoiris despues de la tormenta, aún esta borroso, aún esta nublado y aún caen gotas de lluvia, pero los colores estan apareciendo y el sol debil esta empezando a calentar mi vida otra vez.
Se podría decir que la felicidad esta volviendo. Y ahora ese es mi único objetivo, hacer lo posible para lograr todo aquello que me pueda hacer feliz.
B*