SantiaskoNocturnoTomada el 3 de Diciembre a las 22:05
Cómo todas las noches se asomo a su balcón, encendió un cigarrillo de esos flaquitos y de olor profundo, se sentó en el sofá para charlar con los astros que la acompañaban esa noche, hablaba animadamente con Júpiter cuando aparece la redonda y amarilla luna, la muchacha la invito a fumar un poco, pero ella estaba demasiado ocupada iluminando la ciudad como para detenerse a compartir, en cambio ella subió por la escalera de humo que nacía de sus pulmones y llego hasta ella. Mientas ascendía una sensación de extraña fatiga se apodero de ella, durante su paseo charló con Mercurio, Venus y uno que otro cometa que pasaba, se detuvo un momento cuando el travieso Marte comenzó a hacerle cosquillas mientras caminaba y también cuando el excéntrico Plutón cambio su orbita para pedirle una fumada, se entretuvo un momento cortando margaritas de los anillos de Saturno para su abuelito habitante de Neptuno, mientras pasaba junto a Urano se percato que su matacola se había quedado en la Tierra, se lamento, pero el viaje era demasiado largo para regresar por el, y así después de cinco segundos desde que abandono el balcón llegó junto a su amiga Amarilla, para aquel entonces su voraz estómago rugía dentro de ella, y así apenas tocó la superficie lunar no pudo resistir la tentación que le ofrecía aquella suave y amarilla delicia que yacía bajo sus pies, y sin dudarlo, le clavó una mordida, y otra, y otra... Ya había saciado su hambre cuando de pronto una espesa niebla verde la envolvió por completo y cayó dormida. Despertó en la madrugada, muerta de frío, había luna nueva y ella apestaba a queso.
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